abril 12, 2007

Baltasar Garzón: “Ceuta e Melilla estão entre os próximos objetivos da Al Qaeda” in La Vanguardia, 12 de Abril de 2007



Las plazas de Ceuta y Melilla, primero, y la Península y Europa continental a continuación, son objetivos preferentes de la nueva estrategia terrorista de la rama de Al Qaeda que se desarrolla en el norte de África. Una facción que, como podemos comprobar tras los sangrientos hechos de Argelia y Marruecos, es cada vez más activa y peligrosa. Por esa razón debemos considerar que en España estamos ante un riesgo muy alto de sufrir un nuevo atentado de origen islamista. Por tanto, es preciso extremar la prudencia y no perder de vista lo que sucede tan cerca, sólo al otro lado del Estrecho". Estas duras palabras de alerta son del juez Baltasar Garzón, instructor de la Audiencia Nacional, pionero en las investigaciones sobre terrorismo internacional de corte islamista, entrevistado ayer por La Vanguardia acerca de los episodios de violencia por la que están pasando Argelia y Marruecos.

- ¿Tan grave es la situación?
- Sí. Y hay varios datos que así lo indican. Por una parte está la amenaza concreta y confirmada lanzada a través de internet el 13 de marzo pasado por Aymar al Zauahiri, el número dos de Al Qaeda. Su mensaje puede y debe considerarse el relanzamiento de sus campañas terroristas. Otro elemento claro que muestra el camino que va a seguir el integrismo es que el argelino, tradicional y muy activo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) ha pasado a denominarse Al Qaeda para el Magreb, lo que implica una conexión de criterios en todo el norte de África en cuanto a actividades terroristas.

- Entonces, ¿el núcleo de este peligro dónde se sitúa?
- Marruecos y Argelia son los dos grandes focos conocidos del integrismo que amenaza ahora Europa, mientras que Túnez permanece en una nebulosa de la que apenas nos llega información, aunque la escasa que se obtiene también es muy alarmante. Se ha comprobado que hay campos de entrenamiento de Al Qaeda en el sur de Argelia, en el Sahel, cerca de Mali. También sabemos que el norte africano es, por ahora, el campo de batalla que han escogido estos nuevos terroristas, que pronto intentarán dar un paso más en sus acciones.

- ¿Un paso? ¿Hacia dónde?
- Pues, como le decía, hacia Ceuta y Melilla. Ambas ciudades españolas están en su punto de mira y luego sigue su vieja reivindicación sobre Al Ándalus, es decir, sobre España. Las grandes ciudades europeas tampoco se libran de la amenaza, pues consideran a Europa corresponsable del desastre de Iraq y detestan la presencia de tropas en Afganistán.

- ¿Hay activistas en España?
- Claro que los hay, como también están en marcha distintas investigaciones policiales y judiciales de las que obviamente no se puede decir nada. Sin embargo, puedo decirles que el problema con el que se encuentran todos los investigadores que siguen este modelo de terrorismo es su horizontalidad y su falta clara de estructura jerárquica. En otras palabras, hay mucho individualismo que se une eventualmente a través del fanatismo para formar una células terroristas que reciben doctrina, por ejemplo, por internet.

- Es decir, que es muy difícil de investigar...
- Efectivamente. Por sus características es muy difícil armar el conjunto probatorio para conseguir condenas. Europa y España más concretamente están a tiempo de poner en práctica lo que han aprendido dolorosamente, y, sin embargo, creo que no se está haciendo lo necesario en materia de terrorismo.

- ¿A qué se refiere?
- No hay consenso sobre cómo abordar el terrorismo y ése es un asunto fundamental. Además, en Europa no hay un convencimiento pleno de que es posible afrontar con ciertas garantías de éxito la amenaza si se dispone de medios modernos, humanos y materiales. Claro que si estos medios no están especializados y perfectamente coordinados se vuelven ineficaces.

- ¿Una coordinación europea?
- Claro. Hablo de un espacio común de confianza en el que se fortalezca la coordinación de inteligencia, policial y judicial, que, como he dicho en otras ocasiones, se adelante a las intenciones del terrorismo global que se alimenta del odio y rencor que les produce la invasión de Iraq. Piense, como prueba lo sucedido en Argelia y Marruecos, es decir, muy cerca, que España y Europa están al alcance de cualquier acción terrorista. Insisto: tenemos que actuar ahora y no cuando no tenga remedio. Pero que quede muy claro: sólo la ley y el Estado de derecho son eficaces en la lucha contra el terrorismo yihadista o cualquier otro. Es una evidencia incontestable que los espacios sin derecho no han aportado nada a la seguridad mundial.
http://www.lavanguardia.es/gen/20070412/51327529898/noticias/
JPTF 2004/12/04

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